7 razones por las que la inversión inmobiliaria es la mejor opción

inversión inmobiliaria

Nadie invertiría si no esperase obtener beneficios. Pero la rentabilidad potencial no suele ser el único criterio. Para muchos ahorradores, tan importante como las ganancias es tener tranquilidad. Es decir, mantener un nivel de riesgo controlado. Los inmuebles siempre se han considerado un refugio precisamente por eso, por combinar una rentabilidad atractiva y un grado de riesgo razonable. En este artículo, te explicamos por qué la inversión inmobiliaria puede ser la mejor opción donde invertir.

Proporciona ingresos estables

Una de las principales ventajas de invertir en propiedades inmobiliarias es la generación de ingresos estables a través de los alquileres. Al adquirir una propiedad de alquiler, puedes recibir pagos regulares de los inquilinos, lo que supone una fuente fiable de efectivo mes a mes. Estos ingresos suelen alcanzar para cubrir los gastos relacionados con la propiedad y generar ganancias para el inversor.

Protege contra la inflación

El sector inmobiliario tiene la capacidad de proteger contra la inflación. A medida que los precios de bienes y servicios aumentan con la inflación, también lo hacen los precios de las propiedades y los ingresos de alquiler. Esto significa que el valor de la inversión inmobiliaria y los ingresos generados tienden a aumentar en línea con la inflación, lo que ayuda a mantener el poder adquisitivo del inversor.

Permite diversificar la cartera

Ya hemos hablado en el blog de los beneficios de la diversificación. Muchos expertos consideran que el real estate es una buena manera de complementar las inversiones tradicionales en fondos. Al agregar bienes raíces a una cartera que ya incluye acciones, bonos u otros activos, se puede reducir la correlación entre los diferentes activos. Esto significa que si un sector experimenta un bajo rendimiento, otros activos pueden compensar esas pérdidas. La diversificación ayuda a mitigar el riesgo y equilibrar los retornos potenciales.

Incrementa tu patrimonio

La inversión en el sector inmobiliario puede aumentar tu patrimonio de varias maneras. Si has pedido una hipoteca para comprar un piso y ponerlo en alquiler, a medida que pagas esa hipoteca, tu deuda disminuye y tu patrimonio neto crece. Además, el valor de ese inmueble suele aumentar con el tiempo debido a la apreciación del mercado inmobiliario y las mejoras y reformas que le hagas. Esto significa que tu patrimonio neto puede aumentar a medida que la propiedad se revaloriza.

Una inversión estable y tangible

Ya sabes lo que decimos por aquí: invierte en algo que puedas tocar. A diferencia de inversiones alternativas como acciones de startups o criptomonedas, la inversión inmobiliaria ofrece estabilidad y tangibilidad. Las propiedades inmobiliarias son bienes físicos que existen en el mundo real y tienen un valor intrínseco. Esto suele proporcionar una mayor sensación de seguridad y control para los inversores.

Ofrece beneficios fiscales

La inversión inmobiliaria ofrece algunos beneficios a la hora de pagar impuestos. Los propietarios de una vivienda en alquiler pueden deducir gastos relacionados con la propiedad y lograr deducciones por amortización anual. En España, si la vivienda alquilada es la residencia habitual del inquilino, se puede reducir en un 60% el rendimiento aplicable: es decir, pagar impuestos solo por el 40% de los rendimientos obtenidos.

Permite obtener plusvalías

Además de los ingresos generados por el alquiler, la inversión inmobiliaria también ofrece el potencial de plusvalía a largo plazo. ¿Qué quiere decir esto? Que, a medida que el valor de la propiedad aumenta con el tiempo, los inversores inmobiliarios pueden sacar partido de la subida del precio y vender la propiedad por más dinero del que pagaron al principio.

Si crees que la inversión inmobiliaria es la mejor opción pero no estás en situación de comprar propiedades, no hay problema. A través de la inversión en crowdfunding inmobiliario puedes acceder a muchas de las ventajas de la inversión inmobiliaria sin las preocupaciones de tener que gestionar una propiedad, y sin trámites de ningún tipo.